Tú me dices
yo te digo
y así empieza nuestra guerra cotidiana
yo me armo de adjetivos
tú conjugas el peor de mis pasados.
Yo te apunto donde duele
y te acuerdo el peor de tus pecados
tú reviras la ofensiva
y disparas donde sabes que haces daño.
Y en el campo de batalla
quedan muertos los minutos que perdemos
tú me dices,yo te digo,
y así acaba nuestra guerra cotidiana
esta guerra sin cuartel que nadie gana.
Ya te dije que no es cierto
ya dijiste que tú no eres lo que digo
nadie cree
nadie acepta
cada quién defiende su utopía
y el fantasma de la duda
se abre paso en la frontera del futuro
y el presente moribundo
se consuela con lo poco que nos queda.
Y te quiero
y me quieres
pero somos más idiotas que sensatos
y aparece otro día
y nos van quedando llagas incurables
de esta maldita enfermedad de hablar sin más.